Sobredosis de TV...

No creo poder resistir!

Recién vuelvo de coserme un boton en el baño del trabajo. Esta mañana, después de plancharme la camisa, cuando me la puse me di cuenta que le faltaba un botón, así que agarré el "kit de costura" lo metí en la mochila y salí corriendo. Corriendo porque llegaba tarde y obviamente perdí el tren.
GG se fue a Israel a un evento familiar. No por eso me plancho yo la camisa, si ella estuviera en Madrid, este post comenzaría igual, incluyendo el detalle del botón.
Aprovechando su viaje le envié algunas cosas para mi hermano y él me enviará por el mismo medio algo para mi.

Estos días de descanso (ausencia de GG) me vinieron muy bien. Tuve tiempo para recuperar el ritmo de los estudios, estar conmigo mismo, pensar, escuchar el silencio y los gritos de la vecina colombiana loca que baja desnuda a la piscina del edificio, etc.
Fue como estar en Argentina. Me compre unos "9 de oro", me preparé el mate e hice unas llamaditas telefonicas a Argentina. Después vi algunos programas de TV argentinos por internet. Principalmente TVR.

TVR es esa clase de programas que a mas de uno le hace aflorar la argentinidad. Y es raro porque muestran lo peor de lo pero, desde políticos corruptos hasta creaturas extrañas como Zulma Lobato (que cuenta con todo mi respeto). Y uno ve a los del campo cortando rutas y los insultos son los mismos: facho, zurdo, negro de mierda. Ahora se dicen bolivianos, peruanos... un espanto. Y si les vieran las pintas...
Y este político roba y es corrupto pero está en todos lados y es carismático, el que es honesto y no roba no lo conoce nadie y parece un estúpido tamaño baño. Y otro se inventa un hijo para aparecer en la tele que termina siendo su amante. Peronajes que resurgen de la ultratumba como Jacobo Winograd (tambien tiene mis respetos). Qué país por Di-s! Si se tiene $ en el bolsillo es un paraiso, el país mas divertido del mundo. Ahora, si no tenes un duro, olvidate, se la pasa muy mal.

Y se siguen discutiendo los mismos temas, y los problemas son los mismos... Todo está como era entonces.

Pero a pesar de todo, que ganas de estar ahí (por un rato). Caminar por las calles en mal estado de Córdoba, esperar el autobus 45 minutos porque el coche anterior se rompió por falta de mantenimiento y está parado al frente del teatro San Martín y vos en la placita del oso.
De ir al almacen de la Gringa y comerte una empanada frita, de quedarte en tu casa sin poder salir porque afuera se cae el cielo y la ciudad se inundó, o mejor dicho teníamos que ponernos las hawaianas, arremangarnos y salir a la aventura. Los cospeles! benditos cospeles que nunca habia en ningun kiosco y luego habia que darles explicaciones a chofer roñoso del autobus que con suerte terminó la primaria pero que cobra más que tus dos viejos juntos.

Qué país! y Córdoba, que ciudad... Tengo ganas de volver a ver y disfrutar de las cosas que siempre odié. Así dan ganas de Argentina, cuando uno sabe que tiene fecha de entrada y de salida.

Dejo un video de alguien que ya volvió.